La deficiencia de testosterona no sólo trae consigo problemas de disfunción eréctil en los hombres maduros, sino también incrementa los riesgos cardiovasculares, debido a su estrecha relación con el síndrome metabólico, señaló Farid Saad, investigador de Bayer Pharma, Berlín, y profesor honorario del Departamento de Endocrinología e Investigación Clínica de la Universidad del Golfo de Ajmán, Emiratos Árabes Unidos.
En conferencia, dijo que la disminución natural de testosterona (hipogonadismo) que enfrentan los hombres a partir de los 30 años de edad, incrementa el riesgo de eventos cardiovasculares, ya que junto con el síndrome metabólico se dispara el riesgo de sufrir a largo plazo cardiopatía, diabetes tipo 2, accidentes cerebrovasculares, enfermedad renal y mala circulación a las piernas.
De acuerdo con el experto, la obesidad es el principal factor común en el mantenimiento y amplificación de estos padecimientos, ya que mientras mayor sea el porcentaje de grasa, hay un aumento en la severidad de los otros componentes del síndrome metabólico y también conlleva a un inadecuado funcionamiento de las células encargadas de producir testosterona. Explicó que la testosterona es una hormona que favorece la utilización de energía en el organismo, mediante el incremento y mantenimiento de la musculatura principalmente; por lo tanto, cuando disminuye su concentración, la energía extra tiende a almacenarse en las células adiposas, conduciendo a un círculo vicioso de aumento de la masa grasa, con una afectación cada vez mayor en la producción de testosterona y potenciando de forma negativa a los componentes del síndrome metabólico.
TRATAMIENTO. Autor de artículos como “Effects of long-term treatment with testosterone on weight and waist size in 411 hypogonadal men with obesity classes I-III: observational data from two registry studies”, publicado en agosto del 2015 en International Journal of Obesity, así como otros artículos especializados sobre reemplazo hormonal de testosterona, mencionó que la testosterona es una opción muy importante para el tratamiento de la obesidad en hombres con deficiencia de la hormona, lo cual repercute además en el control glucémico de pacientes que además padecen diabetes 2. “Los hombres en edad madura con deficiencia o síntomas de deficiencia de la hormona han demostrado que el reemplazo de testosterona ha resultado un tratamiento que ha mejorado su calidad de vida”.
Por otra parte, refirió, este tipo de terapia está contraindicada en pacientes con cáncer de próstata y los raros casos de cáncer de mama, y además no está indicado para pacientes jóvenes puesto que afecta su fertilidad. En la conferencia, realizada por Bayer en un hotel de la ciudad, el especialista Miguel Gil Flores dijo por su parte que es fundamental que todos los hombres a partir de la cuarta década de vida acudan al médico ante la aparición de signos asociados con dicho trastorno, entre ellos: disminución del deseo sexual, disfunción eréctil, fatiga, aumento de peso, agrandamiento de mamas, reducción de fuerza muscular y caída de cabello.
El experto en farmacología y toxicología agregó que los hombres que cursan entre la cuarta y quinta década de la vida y presentan signos y síntomas propios del síndrome metabólico, deben implementar estrategias para evitar riesgos cardiovasculares, como la adopción de buenos hábitos de vida, así como un tratamiento farmacológico. “Como parte de esta estrategia es pertinente restablecer los niveles de testosterona, para lograrlo existen tratamientos de reemplazo hormonal como el undecanoato de testosterona, el cual permite mantener de manera estable los niveles de esta hormona hasta por 12 semanas”.
La evidencia científica y clínica sobre este tipo de tratamientos, que serían aplicados de por vida, puntualizó por su parte Saad, aún es tan nuevo que no se aplica de manera masiva en el mundo. No obstante, ha demostrado su efectividad y se espera que los servicios de salud de México y otros países lo adopten próximamente.
Fuente: http://www.cronica.com.mx/notas/2015/933726.html