Riesgos de NO recibir Terapia de Reemplazo Hormonal en la Menopausia

Una de las preocupaciones que más apreciamos en las pacientes durante la consulta, es que empieza a disminuir su calidad de vida, y ésto debido a que la disminución de los niveles hormonales tanto de estrógeno como de testosterona, desencadenarán una cantidad importante de síntomas molestos.

El bochorno (o calor excesivo), insomnio, disminución en la masa muscular, aumento notable de peso, resequedad vaginal, disminución en el deseo sexual y hasta dolor durante la penetración, son aspectos relevantes que afectan el diario vivir en la mujer.

Lo importante es que hay un tratamiento hormonal ¡hay una terapia hormonal! que puede utilizarse para suplir las hormonas que los ovarios no están produciendo, por lo que recomendamos su aplicación en las dosis indicadas para cada quien.

Asimismo, aconsejo a mis pacientes realizar cambios en su estilo de vida: enfocarse en su alimentación y en el ejercicio porque no todo es hormonal, con la finalidad de alcanzar un óptimo bienestar,  bien seas una mamá joven, una mamá madura o una abuelita.

Es importante que la mujer sepa que a partir de que comience a tener síntomas ella puede optar por la terapia de reemplazo hormonal, porque esto la va a ayudar en su día a día, en su desempeño laboral, en su relación familiar, conyugal y social, con todo; emocionalmente se va a sentir muy bien.

Me parece propicio destacar además que las mujeres que son deportistas requerirán dosis mínimas de reemplazo hormonal, y aquellas damas que nunca han tenido el hábito de ejercitarse, pueden optar por retomar la actividad o el hobby que más le agrade: bailar, practicar yoga, TaiChi, pilates, etc. Lo importante es mover el cuerpo, las energías.

Y es que una de las cosas que comienza a aparecer con el tema de la disminución hormonal es la sarcopenia (disminución en el grosor muscular). Sí, y no solamente causa molestia sino que también puede
ocasionar fracturas porque el músculo es el que mantiene al hueso.  Entonces todo está en juego y debemos procurar el bienestar integral. ¡Sí hay solución!

Dr. Luis Alberto Burgos.

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